Seguramente has pensado en hacer crecer tu negocio. Tu empresa genera buenos ingresos y consideras que puedes aumentar sus ventas.
Si deseas buscar objetivos más grandes, primero debes comenzar por reconocer el tamaño de tu marca, ya que cada grupo enfrenta distintos retos para lograr un mayor desarrollo.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, las empresas se pueden clasificar de la siguiente manera:
- Emprendedores: Mujeres y hombres que han identificado una oportunidad de negocio y se encuentran en proceso de crear una empresa. Cuentan con poca experiencia financiera y empresarial, además, para consolidar sus aspiraciones requieren oportunidades financieras.
- Microempresas: Esta categoría comprende a todas las empresas que cuentan con menos de 10 empleados y generan ingresos hasta por 4 millones de pesos anuales. Constituyen el 95% del total de empresas y emplean al 40% de fuerza trabajadora del país. Requieren de una mayor capacitación, mejora de imagen y financiamientos más grandes.
- Pequeñas empresas: Se refiere, sobre todo, a los negocios de comercio que emplean entre 11 y 30 personas, además de declarar ventas hasta por 100 millones de pesos al año. Normalmente buscan ampliar sus capacidades empresariales, financieras y de organización.
- Medianas empresas: Cuentan entre 31 y 100 empleados; generan ingresos desde 100 hasta 250 millones de pesos anuales. Su organización es más compleja y tienen personal capaz de tomar decisiones, controlar y coordinar. Solo representan el 1% del total de empresas, pero generan el 22% del PIB.
- Grandes empresas: Engloba a los negocios centrados en proporcionar servicios. Tienen plantillas de más de 100 personas y ventas mayores a 250 millones de pesos. Adquieren bienes a gran escala y suelen garantizar el financiamiento, lo que les da acceso a mejores opciones.
Evalúa las condiciones de tu empresa
Ahora que has ubicado la categoría de tu compañía y conoces sus fortalezas, necesitas valorar y responder una serie de cuestiones que se requieren para dar el siguiente paso:
- ¿El balance económico es positivo? Tus estados financieros deben ser saludables para garantizar la estabilidad y rentabilidad a largo plazo. También debes regular tus deudas y liquidarlas en poco tiempo.
- ¿Tus empleados están listos y preparados para el crecimiento? Los equipos de trabajo deben estar capacitados para cubrir con éxito mayores responsabilidades y adaptarse a cualquier cambio que se realice. El capital humano es un activo importante para tu empresa. Por ello debes asegurar que tu equipo sea confiable, domine sus funciones y cuente con una estructura clara y concreta.
- ¿Los procesos internos son los idóneos? Cuentas con tecnología que te permite gestionar y controlar los procesos internos para hacerlos más eficaces y confiables. Este tipo de programas mejoran y automatizan la administración de un negocio. También representan un gran avance en cuanto a crecimiento.
- ¿Tienes buenos indicadores de ventas y clientes recurrentes? Tus ventas registran un gran nivel de ganancias y están en aumento. Además, cuentas con clientes fidelizados que se sienten satisfechos con los servicios. Esto brinda estabilidad para cuando decidas subir de nivel.
- ¿Cuentas con suficiente liquidez? Ten en cuenta que a la hora de crecer el flujo de efectivo es importante porque te permitirá adquirir bienes, servicios o contratar personal suficiente para consolidar el crecimiento.
- ¿Tus proveedores son confiables? Las líneas de suministro de bienes y servicios son cruciales para consolidarte ya que puede representar pérdidas. También es necesario que cubran sin contratiempos el aumento en las solicitudes.
Si has respondido positivamente a alguna de estas cuestiones, tu negocio está listo para retos más grandes.
Condiciones de una empresa lista para crecer
Antes debes considerar distintos aspectos que te ayudarán en el proceso de crecimiento y mejora de tu empresa.
Necesitas implementar una estrategia de negocio eficaz y sencilla. Puedes comenzar por valorar si es más conveniente crear nuevos productos o servicios, o simplemente aumentar la oferta.
Planifica bien tus metas a corto, mediano y largo plazo También. asegúrate de que tus empleados conformen una estructura organizacional bien definida y confiable.
Por último, es importante establecer un plan financiero que se base en tus ingresos, oportunidades de financiamiento y liquidez.
Oportunidades de financiamiento
Existen diferentes recursos crediticios para cada tipo de empresa que te brindan el financiamiento necesario para costear los recursos necesarios durante el proceso de crecimiento.
Para las pequeñas y medianas empresas existen opciones especialmente accesibles llamadas SOFOM.
Las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM), como DexOne, son una excelente herramienta financiera para hacer crecer una empresa, ya que otorgan créditos más flexibles que los bancarios y a tasa fija, lo que las vuelve idóneas.
Recordemos que existen dos tipos de SOFOM las “reguladas” que se vinculan con sociedades financieras populares y comunitarias o sociedades cooperativas de ahorro y préstamo; y las “no reguladas” que agrupan a todas las sociedades diferentes a las mencionadas.
Ambos tipos están sujetos a la inspección de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para garantizar su transparencia y funcionamiento.
El crecimiento de una empresa es un gran reto que implica valoraciones consistentes, identificación de problemas a resolver y condiciones necesarias para alcanzar metas más altas de manera exitosa.
Por ello también es importante contar con herramientas financieras que solventen los gastos y adquisiciones fundamentales para este proceso.
Seguramente has pensado en hacer crecer tu negocio. Tu empresa genera buenos ingresos y consideras que puedes aumentar sus ventas.
Si deseas buscar objetivos más grandes, primero debes comenzar por reconocer el tamaño de tu marca, ya que cada grupo enfrenta distintos retos para lograr un mayor desarrollo.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, las empresas se pueden clasificar de la siguiente manera:
- Emprendedores: Mujeres y hombres que han identificado una oportunidad de negocio y se encuentran en proceso de crear una empresa. Cuentan con poca experiencia financiera y empresarial, además, para consolidar sus aspiraciones requieren oportunidades financieras.
- Microempresas: Esta categoría comprende a todas las empresas que cuentan con menos de 10 empleados y generan ingresos hasta por 4 millones de pesos anuales. Constituyen el 95% del total de empresas y emplean al 40% de fuerza trabajadora del país. Requieren de una mayor capacitación, mejora de imagen y financiamientos más grandes.
- Pequeñas empresas: Se refiere, sobre todo, a los negocios de comercio que emplean entre 11 y 30 personas, además de declarar ventas hasta por 100 millones de pesos al año. Normalmente buscan ampliar sus capacidades empresariales, financieras y de organización.
- Medianas empresas: Cuentan entre 31 y 100 empleados; generan ingresos desde 100 hasta 250 millones de pesos anuales. Su organización es más compleja y tienen personal capaz de tomar decisiones, controlar y coordinar. Solo representan el 1% del total de empresas, pero generan el 22% del PIB.
- Grandes empresas: Engloba a los negocios centrados en proporcionar servicios. Tienen plantillas de más de 100 personas y ventas mayores a 250 millones de pesos. Adquieren bienes a gran escala y suelen garantizar el financiamiento, lo que les da acceso a mejores opciones.
Evalúa las condiciones de tu empresa
Ahora que has ubicado la categoría de tu compañía y conoces sus fortalezas, necesitas valorar y responder una serie de cuestiones que se requieren para dar el siguiente paso:
- ¿El balance económico es positivo? Tus estados financieros deben ser saludables para garantizar la estabilidad y rentabilidad a largo plazo. También debes regular tus deudas y liquidarlas en poco tiempo.
- ¿Tus empleados están listos y preparados para el crecimiento? Los equipos de trabajo deben estar capacitados para cubrir con éxito mayores responsabilidades y adaptarse a cualquier cambio que se realice. El capital humano es un activo importante para tu empresa. Por ello debes asegurar que tu equipo sea confiable, domine sus funciones y cuente con una estructura clara y concreta.
- ¿Los procesos internos son los idóneos? Cuentas con tecnología que te permite gestionar y controlar los procesos internos para hacerlos más eficaces y confiables. Este tipo de programas mejoran y automatizan la administración de un negocio. También representan un gran avance en cuanto a crecimiento.
- ¿Tienes buenos indicadores de ventas y clientes recurrentes? Tus ventas registran un gran nivel de ganancias y están en aumento. Además, cuentas con clientes fidelizados que se sienten satisfechos con los servicios. Esto brinda estabilidad para cuando decidas subir de nivel.
- ¿Cuentas con suficiente liquidez? Ten en cuenta que a la hora de crecer el flujo de efectivo es importante porque te permitirá adquirir bienes, servicios o contratar personal suficiente para consolidar el crecimiento.
- ¿Tus proveedores son confiables? Las líneas de suministro de bienes y servicios son cruciales para consolidarte ya que puede representar pérdidas. También es necesario que cubran sin contratiempos el aumento en las solicitudes.
Si has respondido positivamente a alguna de estas cuestiones, tu negocio está listo para retos más grandes.
Condiciones de una empresa lista para crecer
Antes debes considerar distintos aspectos que te ayudarán en el proceso de crecimiento y mejora de tu empresa.
Necesitas implementar una estrategia de negocio eficaz y sencilla. Puedes comenzar por valorar si es más conveniente crear nuevos productos o servicios, o simplemente aumentar la oferta.
Planifica bien tus metas a corto, mediano y largo plazo También. asegúrate de que tus empleados conformen una estructura organizacional bien definida y confiable.
Por último, es importante establecer un plan financiero que se base en tus ingresos, oportunidades de financiamiento y liquidez.
Oportunidades de financiamiento
Existen diferentes recursos crediticios para cada tipo de empresa que te brindan el financiamiento necesario para costear los recursos necesarios durante el proceso de crecimiento.
Para las pequeñas y medianas empresas existen opciones especialmente accesibles llamadas SOFOM.
Las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM), como DexOne, son una excelente herramienta financiera para hacer crecer una empresa, ya que otorgan créditos más flexibles que los bancarios y a tasa fija, lo que las vuelve idóneas.
Recordemos que existen dos tipos de SOFOM las “reguladas” que se vinculan con sociedades financieras populares y comunitarias o sociedades cooperativas de ahorro y préstamo; y las “no reguladas” que agrupan a todas las sociedades diferentes a las mencionadas.
Ambos tipos están sujetos a la inspección de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para garantizar su transparencia y funcionamiento.
El crecimiento de una empresa es un gran reto que implica valoraciones consistentes, identificación de problemas a resolver y condiciones necesarias para alcanzar metas más altas de manera exitosa.
Por ello también es importante contar con herramientas financieras que solventen los gastos y adquisiciones fundamentales para este proceso.
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